Parque Nacional Aconquija, orgullo tucumano

Blanco, amarillo y rosados son los colores que en septiembre florecen con los lapachos en las calles y plazas de San Miguel de Tucumán. Junto al aroma de las flores de azahar de los naranjos, anticipan una primavera a pura naturaleza en un territorio abrazado por yungas, reservas naturales y el Parque Nacional Aconquija.

El corredor de naturaleza verde de la provincia de Tucumán abarca un 60 por ciento de las nacientes de los ríos que alimentan los valles del territorio provincial donde también su geografía, permitió cobijar tesoros desde la flora y la fauna, hasta la historia y la arqueología.

Entre ellos, la primera reserva natural del país: el Parque Provincial La Florida, creado en 1936. Es orgullo de los tucumanos que cada mes de octubre hace homenaje a su nombre en el vasto campo de azucenas que puebla de flores rojas un camino imperdible de unos 600 metros para recorrer, disfrutar y atesorar.

Las áreas protegidas y la naturaleza que subyuga son un bien de los tucumanos desde tiempos ancestrales, con las distintas comunidades que pueblan este territorio, y a su vez, fue la misma riqueza natural la que asombró a personalidades de todas las épocas cuando tras recorrer otros mundos y regiones, llegaron aquí y eligieron ser tucumanos.

Porque las cuatro eco regiones que se manifiestan en esta provincia como la Altoandina, Monte, Chaco y Yungas atraparon y atrapan las almas de los locales y visitantes en distintas épocas.

En poco tiempo se puede conocer las yungas desde San Miguel de Tucumán y hacia los Valles Calchaquíes por Ruta 307 o hacia el Circuito Sur de esta provincia, donde se despliegan un sinfín de reservas y parques que resguardan la riqueza natural desde arbustos y cactus, hasta los ríos de montaña que recorren el corazón de la selva subtropical y alcanzan en la altura los pastizales que dibujan “mesadas”.

“Tucumán, es canción de los poetas, tema de los viajeros, es un vasto jardín allí concentrado todo lo más agradable, útil y ornamental de la producción vegetal de que la República Argentina puede jactarse…”. Señaló en su obra y la destacan los estudiosos y científicos hoy en la Guía de las Áreas Protegidas de Tucumán, publicada por Ediciones Subtrópico y en la que, entre otros, participó la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán.

“Aquí—señaló el naturalista inglés White en su trabajo—hay montañas, llanuras, selvas de gigantesco desarrollo y espumosos torrentes que son regalo del noble Aconquija”.

El biólogo naturalista Miguel Lillio, también en 1910, se destacó con su trabajo “Contribución al conocimiento de los árboles de la Argentina” y un ensayo especial de “Flora Tucumana”, además de investigaciones sobre las aves de esta provincia. Podemos ser testigos de sus hallazgos en el museo que lleva su nombre.

Un ave amenazada

Una de las claves de la pandemia fue que el eje motivacional de los viajeros en el mundo entero se perfilaron a los destinos de naturaleza plena, para disfrutar al aire libre y entre poca gente. Tucumán se posiciona entre los principales destinos al lucirse con sus atractivos, los lugares para disfrutar y descansar en el Norte argentino, sumándose como opción para la región y el mundo.

Uno de  los emblemas del Parque Nacional Aconquija, es la “monterita canela” o “monterita serrana”, el ave que aparece dibujada en el logo de este Parque junto al sitio arqueológico “La Ciudacita” que es Patrimonio de la Humanidad e integra el proyecto “Qhapaq Ñan” (Camino Principal del Inca) que une a todo el continente.

“Es un ave que está considerada amenazada”, explica el Intendente del Parque Nacional Aconquija, Ramiro Aráoz, un tucumano nacido y criado aquí, pero quien talló su trayectoria en los parques nacionales del país a los que conoce como la palma de sus manos. “Es muy chiquitita, podríamos decir que es una figurita difícil para los avistadores de aves, aunque deben buscarla en las planicies de altura que acá llamamos mesadas”, cuenta y agrega que entre todas las especies hay halcones, cóndores y en entre los 400 invertebrados existe una ranita marsupial que puede medir unos 5 centímetros de longitud y que puede albergar unos 100 renacuajos hasta que los libera en la naturaleza.

Despacito, despacito

Una de las recomendaciones en cuanto a la fauna silvestre es que quienes se acerquen en vehículo por alguno de los portales de acceso al Parque, lo hagan con mucho cuidado porque pueden cruzarse corzuelas, mayuatos (osito lavador, mapache sudamericano), ocelotes o aves, al fin y al cabo estamos en un área natural y ellos son los pobladores del lugar.

Claro que hay mucho por hacer. Porque este Parque Nacional surgió como una ampliación del Parque Nacional Los Alisos que abarcaba unas 1.5000 hectáreas y ahora sumando nuevas áreas, cuando se convirtió en el PN Aconquija, alcanza las 7.6207 hectáreas.

Aráoz es el jefe del parque, es naturalista desde pequeño y muy práctico tanto que en medio de la charla comparte un mapa de Tucumán para que se aclare el panorama verde de la conversación. Ahí, se ve claramente, desde Tafí del Valle y Amaicha del Valle en los Valles Calchaquíes hacia el suroeste tucumano, la sucesión de reservas naturales y el PN Aconquija cómo expresan el corredor de naturaleza protegida en esta provincia, la más pequeña desde un punto de vista territorial de la Argentina.

Hay quienes ofrecen propuestas de senderismo desde Tafí del Valle y en tres noches y cuatro días llegan caminando a través de la Quebrada del Portugués a estos lugares de naturaleza plena. Además, desde San Miguel de Tucumán, es muy sencillo llegar hacia el Circuito Sur tucumano donde la sucesión de pueblos se conjuga con la tendencia actual en el mundo que es reconectarse con la vida al aire libre, y Tucumán es un territorio privilegiado en sus ambientes naturales. En el Circuito Sur se cumple esta premisa y es ideal para visitar transitando por la Ruta Nacional 38; las provinciales 301 y 65 (Nacional, tramo solo hacia PN Aconquija) nos conducen a estos sitios de encanto.

Si uno mira un croquis de este territorio, verá en orden de Norte a Sur, el Parque Provincial Ñuñorco; Parque Provincial y Reserva de flora y fauna La Florida; Portal Campo de Los Alisos como ingreso al PN Aconquija, donde también está “La Ciudacita”, este anclaje del Qhapaq Ñan.

La sede de la intendencia del PN Aconquija está en la localidad de Concepción, en el Circuito Sur tucumano, que además de ofrecer hospedaje, gastronomía y atractivos permite acceder a uno de los portales con servicios de uso público e infraestructura para disfrutar del entorno natural.

 El área protege la selva de yungas y la eco región alto andina pero, por sobre todo, las nacientes de los ríos Jaya y Las Pavas, además de los cursos de agua de Cochuna, Las Cañas, Río Seco y Salí que se convierte en el río Dulce y baña el territorio de Santiago del Estero hasta llegar hasta la laguna de Mar Chiquita, en Córdoba la que estrena su protección como Parque Nacional Ansenuza.

El sonido de las yungas, con la exuberancia de la vegetación que acompaña a cada paso es un privilegio para los apasionados de la vida natural y donde convergen especies.

Claro que también entre sitio arqueológico y yungas, antiguos establecimientos de campo que dieron lugar a los portales de acceso al Parque Nacional Aconquija, hay rincones que resguardan leyendas atrapantes.

Como en el portal Cochuna, cerca del campo que perteneció a la Estancia Las Animas “donde está la ´Laguna del Tesoro´, con una extensión de dos hectáreas y “dice la historia que los Inkas arrojaron el oro de ´La Ciudacita´ a esta laguna”, cuenta el Intendente del Parque Nacional Aconquija, Ramiro Aráoz pero enseguida recalca que “también dice la historia que un toro de cuernos de oro ataca en las noches a quienes ingresan a buscarlo”.

Lo cierto es que los top ten de recorridos del Parque Nacional Aconquija, están en el Portal de acceso Campo Los Alisos, donde se emplaza el centro Operativo Santa Rosa, con área pública, oficina de informes, sitio de acampe a distintas alturas, con fogones, mesas y grupo sanitario. La proximidad con la localidad de Alpachiri que está a unos 12 kilómetros, permite contar con provisiones.

Los senderos autoguiados que se pueden recorrer en Los Alisos, invitan a conocer la espesura de las yungas y la vegetación exuberante de este Parque Nacional que, a esta altura del mapa, tanto el sendero “El Pozón” como en la “Selva Misteriosa”, de unos 350 metros de recorrida, invitan a conocerlas en familia porque el grado de dificultad es baja y abre la posibilidad a que chicos y grandes puedan descubrirlas.

En tiempos de pandemia, se debe haber reserva previa en aconquija@apn.gob.ar , y actualizar los datos, dado que el cupo diario es de 260 personas, entre los tres portales de acceso, para las actividades como senderismo y trekking con posibilidades de dormir y acampe.

RECUADRO: El significado de las flores y sus colores

Para llegar al Parque Provincial La Florida son apenas 60 kilómetros desde San Miguel de Tucumán. En este sitio se protege uno de los relictos de selva pedemontaña en terrenos planos, con zonas de pastizales de neblinas y altoandinos que recorren desde los 550 a los 5.400 msnm. Pero claro que todos agendan la fecha de octubre, porque en la segunda quincena florece un campo de azucenas.

Los naturalistas sostienen que entre las 110 variedades de “lilium”, el género al que pertenecen las azucenas, la más común es la de color blanco y al relacionarla con la “pureza”, es común verlas en los ramos de flores de las novias e influyó en la religión y ha poblado obras de arte a lo largo de la historia.

Los amantes de las flores dicen que en el templo de Salomón se hallaron flores como las azucenas, representadas en esculturas, y en el medioevo y durante el renacimiento, también por su relación con la pureza.

Muchos creen que su origen es Asia y que su cultivo se extendió hacia Europa y América, y si bien la más conocida es la azucena de flores blancas, Lilium candidum, hay distintos tipos de azucenas con flores amarillas, rojas, naranjas, púrpuras o moteadas.

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