Esquel en Semana Santa: ocho imperdibles

Ubicada en la comarca andina de Chubut, delicada como una perla, la ciudad al pie del centro de esquí La Hoya, ofrece experiencias de naturaleza, culturales, históricas y gastronómicas.

Recostada sobre la Cordillera de los Andes -al oeste de la provincia de Chubut- Esquel tiene escenarios naturales privilegiados, raíces culturales presentes en su gastronomía y una historia que atraviesa la estepa a bordo del emblemático Expreso Patagónico.

Entre la variedad de atractivos y actividades para hacer, una selección de ocho propuestas incluyen:

Canopy en Pueblo Alto: desde plataformas aéreas situadas a la altura de la copa de los árboles, un tendido de cables y arneses sujetando aventureros, recorren 2 kilómetros, incluido un tramo principal es de 500 metros. Además de
volar sobre el tupido bosque de coihues y cipreses, en uno de los tramos se cruza por el aire un cañadón sobre el río Fontana. Al final, espera un té de campo en un marco escénico natural. El vuelo de Montaña, es la oportunidad de elevarse sobre la Cordillera de los Andes, disfrutando durante el paseo de los picos nevados, valles y bosques. Están pensados para todo el público.

Laguna La Zeta a quince minutos del centro de Esquel, la Reserva Natural Urbana es un paraíso de abundante diversidad. Abarca 1.100 hectáreas, con una red de senderos y playas de arena volcánica alrededor de una laguna enmarcada por picos montañosos.

Parque Nacional Los Alerces, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en año 2017, resguarda en sus 259.822 hectáreas una de las especies endémicas más longevas del mundo y una importante porción del bosque Andino patagónico. Hay senderos para recorrerlo a pie, entre el bosque y la orilla del lago.

Glaciar Torrecillas: desde Puerto Chucao y luego de navegar por el lago Menéndez, se llega al pie de una imponente masa de hielo. Mediante un trekking se atraviesan bosques, observan panorámicas, laderas de montañas, islas, y se llega a una laguna de intenso color esmeralda, en la que flotan los bloques de hielo que se desprenden del glaciar.

Cabalgatas: en un paisaje rural en la estepa, se ubica la chacra Los Álamos, tradicional organizador de las excursiones a caballo que recorren la zona del Valle Chico y las estribaciones del cerro Nahuel Pan. Pensadas para toda la familia, hay opciones que varían en su duración, desde paseos sencillos y de baja exigencia hasta jornadas completas. En ocasiones especiales se realizan también excursiones nocturnas bajo la luz de la luna llena.

Kayak de travesía: con salidas de hasta cuatro horas, permite una conexión directa con la naturaleza. Navegar el pequeño lago Verde o las aguas turquesas del Río Arrayanes son parte de la experiencia.

La Trochita: una excursión para ser parte viajando de la misma forma que lo hacían los pobladores hace más de setenta años. Sus pequeños vagones y su particular trocha angosta lo hacen único en el mundo y convierten el trayecto en una verdadera aventura. Recorre 18 kilómetros hasta la estación Nahuel Pan, el lugar de residencia de una comunidad Mapuche-Tehuelche.

Chocolates artesanales: Semana Santa es la ocasión especial para una degustación de los chocolates artesanales que se elaboran a diario y a la vista en los locales del centro de Esquel.

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