Córdoba

Villa Cañada del Sauce: aguas que curan en un spa natural

Aguas que curan, bajan cristalinas entre las piedras y bañan playas de arena clara. Apenas 62 habitantes estables. Un bosque de robles, algarrobos, espinillos y pinos; flores silvestres, helechos, zarzamora, durazneros y rosa mosqueta; jotes sobrevolando como vigías de día y zorros plateados acompañando como mascotas las tertulias nocturnas bajo las estrellas. Ese sitio existe y se llama Villa Cañada del Sauce. Queda en Calamuchita, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Córdoba, a la altura donde empiezan las Sierras Grandes del Sur provincial.

El acceso se hace por la ruta provincial E68, ya sea que se llegue por Córdoba o Río Cuarto; los primeros 14 km hasta el río de la Cruz por camino pavimentado y a partir de allí se asciende por camino consolidado los 18 km restantes.

A la entrada de la villa un cartel artesanal en madera da la bienvenida y a pocos metros un mirador panorámico recibe el nombre del promotor de la comuna Julio Leuthold, hijo de los pioneros alemanes.

Las calles son caminos abiertos en la montaña y hacia cada lado se levantan casas de veraneo y cabañas en terrenos espaciosos, arbolados y mucha vegetación. Cada tanto hay bajadas que conducen a playas de arena y piedras a orillas del río Quillinzo, correntoso y serpenteante.

En el casco urbano se ubican el almacén de ramos generales, el destacamento policial, el dispensario, el edificio de la comuna (equivalente a una municipalidad) y un restobar.

El río Quillinzo nace de las vertientes que surcan las Sierras Comechingones, en la zona de Cerro Áspero, y dan origen a los arroyos Guacha Corral, Rodeo de los Caballos y Perdicitas, que forman su caudal y termina en el lago de Embalse. Aseguran que figura en un ranking como el quinto río del mundo en pureza.

Los atractivos del lugar tienen que ver exclusivamente con el contacto con la naturaleza, a pie, a caballo o bicicleta de montaña.

Un sitio para visitar a poco más de media hora de distancia es La Pitonga, un punto donde el río se encajona entre grandes piedras en un largo de aproximadamente 200 metros, con terrazas de arena.

Según la lengua de los aborígenes comechingones, Quillinzo significa “agua que cura”. Por eso, algunos dicen que bañarse en ese río es como sumergirse en agua mineral con propiedades curativas. Como sea, lo que es seguro, es que baña un paraíso serrano aún apenas intervenido por la mano del hombre, que parece un spa natural.

Datos:

El alojamiento está dado por cabañas y casas particulares de alquiler. Tiene una capacidad de 200 camas.

No hay camping ni hoteles. Tampoco estación de servicio.

Hay luz eléctrica y señal de celulares, aunque algunas empresas de telefonía móvil tienen bajo alcance.