Abrió el primer hotel del vino en Córdoba como una invitación a vivir experiencias
El Chapaq Ñan Hotel Boutique del Vino suma una oferta inédita en los Caminos del Vino de la provincia.
(Por Patricia Veltri).- Una escalera con baranda de hierro conduce al subsuelo de la casona señorial de 1933. Las paredes originales con pedazos de revoque saltado dejan a la vista los ladrillos añosos. Los muebles con estantes y celdas; y una barra de madera rústica, maciza y noble sirven para reposar los vinos que se degustarán en esa cava que reúne los requisitos de temperatura, luz y humedad precisos. Hay vinos de diferente procedencia y destacan los de producción joven y de calidad, como son los que se elaboran en las bodegas de la región de Calamuchita.
Se diría que ese espacio es el corazón del Chapaq Ñan Hotel Boutique del Vino, este flamante primer establecimiento en Córdoba que ofrece alojamiento temático enológico.
El viernes 15 de noviembre abrió las puertas en Villa Rumipal, a orillas del lago de Embalse, para recibir a autoridades y amigos que celebraron su nacimiento como hotel ligado al Enoturismo.
Casi enfrentado al ingreso a la cava, se ubica el wine shop. Entre exquisita platería y vajilla de alpaca antiguas, se exhiben potes y frascos elegantes de cosmética de uva: perfumes, cremas y emulsiones de líneas de vino y espumante están a la venta en el único sitio de Córdoba donde se encuentran estos productos elaborados en Mendoza, como los de Cosmética Baquero, pionera en Argentina. Si de por sí llaman la atención, entre ellos destaca el perfume de oliva de la marca Aromas del Vino: el wine shop del hotel Chapaq Ñan es uno de los 3 lugares en el mundo donde se lo puede adquirir.
En los estantes también hay unas coquetas latitas que conservan herméticas otra curiosidad: té negro en hebras de Malbec y té verde de Torrontés elaborados por Gilda Alonso (creadora también de los perfumes), una micro emprendedora mendocina con vasta trayectoria en el mundo de los vinos.
Además de estar a la venta, se pueden consumir como servicio en el salón del hotel donde funciona el bar y restó Américo. Allí se pueden degustar los innovadores tés de vino maridados con pastelería casera y appetizer salados. Entre esa pastelería casera, hay una delicia que es una exclusividad del hotel: alfajores gourmet artesanales elaborados por dos cordobesas con una masa completamente de chocolate traído de Bariloche y rellenos con mouse de vino Naranja, otra originalidad, que se produce en la bodega Vista Grande, de Calamuchita. Más datos de esos tremendos alfajores que se presentan delicadamente envueltos en papel manteca, los guardan bajo siete llaves sus creadoras de Ególatra, como delicatessen exclusiva del hotel.
Una heladera enorme con puertas de vidrio llama la atención, compartiendo espacio con el wine shop. Allí se lleva a cabo el procedimiento que resulta en la carne madurada: un tratamiento siguiendo rigurosas reglas de higiene y salubridad más controles de temperatura y humedad que logran optimizar sus aromas, texturas y sabor. Y claro: es otra exclusividad en Córdoba.
A continuación del salón dominado por una chimenea hogar rodeada de sillones de estilo en cuero rojo, se sale a una galería cerrada con vista completa a un parque plagado de rosales blancos en torno a una piscina con solárium. En la galería se distribuyen mesas que son parte del restó Américo.
En el menú hay platos estrellas que rescatan la gastronomía regional: el pejerrey pescado en el lago de Embalse, que se ofrece en distintas cocciones y los cortes de cabrito y cordero a la parrilla. Desde luego, siempre de la mano de una carta de vinos con presencia de las cuatro bodegas de Calamuchita: Vista Grande, Famiglia Furfaro, Finca Atos y Las Cañitas.
Luego de atravesar una galería chorizo con sillones de ecocuero y almohadones multicolores con vista a la pileta, se ubica el gym con aparatos y un espacio que es una tentación: el spa con sauna húmedo y seco al que tienen acceso todos los huéspedes del hotel, y un gabinete donde se hacen tratamientos de vinoterapia. En tres pasos entregados al rélax y la estética, un circuito de máscara de barro, crema exfoliante y emulsión hidratante, todo a base de pepitas de uva con propiedades antioxidantes, devolverá la lozanía a la piel, tanto en rostro como en el cuerpo.
Finalmente, a continuación de una misma planta y siempre de cara al parque y el lago de Embalse, pasando por pérgolas con enredaderas de jazmines, macetones, palmeras, flores de colores y faroles, comienzan a sucederse las habitaciones.
Desde la misma puerta de ingreso a cada una de las 10 habitaciones -2 de ellas suites- es una invitación a continuar sumergido en el mundo de los vinos. Todas tienen cartelitos pintados a manos con nombre de cepas como Malbec, distintiva de Argentina; o Isabella, la uva emblemática de la primera región vitivinícola en Córdoba; o Lagrimilla, el histórico vino que elaboraron los jesuitas hace 400 años dando origen a la enología provincial. También hay cuadros temáticos alusivos pintados por la artista local, Paula Testa.
Una copa de vino como hospitality espera servida. En el baño, sobre el vanitory junto a la bañera de hidromasaje, se acomodan sales, jaboncitos exfoliantes y otros amenities como cremas y emulsiones de líneas de vino y espumante.
Nada más queda entregarse a las experiencias y reposar, invocando al dios Baco, como protegiendo los sueños y resguardando los placeres.
Datos útiles: Tel 03546 498770. Mail reservas@hotelchapaqnan.com.ar




