Córdoba

Trekking al santuario cordobés de los cóndores

(Por Patricia Veltri).-Escuela de Vuelo es el nombre simbólico que recibe la quebrada donde los cóndores adultos enseñan a sustentarse en el aire a los pichones que superaron los 8 meses de edad. Frente a ese sitio, como un palco de honor, se ubica El Balcón Norte y final del trekking que inicia en el Centro de Visitantes, del Parque Nacional Quebrada del Condorito, en la provincia de Córdoba.

Hasta allí se llega a través de un sendero natural que trepa y desciende, serpenteando 6 kilómetros a través de la Pampa de Achala, a una altura promedio de 1.900 metros sobre el nivel del mar.

Mientras cada uno de los integrantes del grupo de observación del que participamos, nos debatimos entre filmar y fotografiar o mirar con los propios ojos el espectáculo que ofrecen las aves más grandes del mundo sobre nuestras cabezas, el guía de montaña Gabriel Blasco, enseña a diferenciarlos en pleno vuelo: “los negros con blanco en el collar y la parte de arriba, son cóndores adultos; los marrones son juveniles y los que son completamente negros (o con cabeza colorada), son  jotes”. Y agrega: “es posible que este parque se haya bautizado con el nombre Condorito por la gran cantidad de juveniles que concentra”.

Es el mediodía y momento del trekking que se aprovecha para un almuerzo tipo picnic sobre las piedras, en ese escenario que se completa con la cascada que forma el río Condorito unos cuantos metros más abajo. Todo alrededor es cielo, arbustos nativos y montaña.

Parque Nacional Quebrada del Condorito

Éste 2021 el Parque Nacional Quebrada del Condorito cumplirá 25 años de su creación. Abarca 37.344 hectáreas. Fue creado para preservarlo como reserva hídrica de la provincia de Córdoba y como una suerte de santuario del cóndor andino para protegerlo. Es el sitio más occidental de la Argentina en el que habitan estas aves insignia nacional, que llegan a vivir entre 60 y 70 años y miden en su edad adulta 3 metros de largo, de punta a punta, con las alas extendidas.

La visita tiene entrada gratuita y en estos tiempos de pandemia está abierto los días viernes, sábados, domingos y feriados. Es condición excluyente tramitar el permiso de ingreso desde la página web oficial https://www.argentina.gob.ar/parquesnacionales/reaperturas/quebrada-del-condorito porque hay cupos máximos diarios.

El acceso principal se ubica en el paraje La Pampilla, sobre la RP 34 o Ruta de las Altas Cumbres, a 60 km de Villa Carlos Paz y de Mina Clavero.

Allí hay una tranquera con un cartel de ingreso. Luego se recorren 2 kilómetros por un camino de ripio hasta el Centro de Visitantes donde necesariamente hay que registrarse. También es útil para reunir información previa y folletería. A partir de ahí inicia la aventura que, aunque puede hacerse por cuenta propia, es recomendable hacerlo acompañado de guía autorizado.

El sendero hacia el Balcón Norte es el único que puede hacerse en forma autoguiada. Aparte, hay otro circuito al Río Condorito (6 horas ida y vuelta) y al Balcón Sur (8 horas ida y vuelta), ambos de exigencia alta y sólo con guía autorizado.

Los carteles indican que para ir y volver del Balcón Norte hay que considerar 4 horas. Se divide en 10 estaciones separadas por trayectos que demandan entre 15 y 20 minutos entre sí. En rigor, dependerá del tiempo en el que cada uno recorra los 6 km de ida y otro tanto de regreso por el mismo sendero. La ida es ideal para ir haciendo paradas de observación y fotos.

Apenas unos metros de iniciado el trekking se pasa por un arroyo en el que las truchas se observan a simple vista.

Luego se pasará por  deslumbrantes puntos panorámicos hacia los valles, donde uno puede sentir que toca el cielo con las manos.

En esta época, gracias a las lluvias abundantes, mezcladas entre los típicos pastizales amarillos de la Pampa de Achala, hay mantos de flores de todos los colores. Y los tabaquillos lucen bien marrones sus troncos y abundante follaje verde.

Una compañía molesta en el recorrido son los tábanos, que pican a traición hasta en los tobillos. Por eso, se recomienda ropa blanca o clara; el color negro los atrae. Los carteles advierten tener cuidado con los pumas y las yararás. El guía Gabriel Blasco asegura que hasta ahora a ningún visitante se le cruzaron estos ejemplares. Otros que andan por ahí son los chanchos salvajes pero tampoco se los ve; sólo se los adivina por las zonas de pastizales raleados. Es que se alimentan de una especie de cebollín que crece bajo tierra.

Todo el tramo de ida es de baja a moderada exigencia. Sólo habrá que tener cuidado en algunas partes en descenso para no resbalarse. Y siempre prestar atención al sendero porque sino el riesgo es perderse. El regreso implica mayor esfuerzo físico porque hay varias partes de ascenso pronunciado. El clima es de lo más variable: se puede salir con sol a pleno y calor, pasar a nublado, ventoso, frío, nubes bajas y lluvia. Por eso, hay que ir vestido como cebolla y llevar una campera impermeable o pilotín en la mochila.

El corolario es una experiencia de naturaleza en plenitud, aprendizaje y donde el asombro se cruza a cada paso para regocijo de los sentidos.

Datos Útiles

-El ingreso está habilitado de 9 a 11 horas.

-Llevar sombrero, lentes y bloqueador solar. Recomendable, bastón o elemento de apoyo.

-Todos los alimentos y bebida (agua) que se va a consumir. No existe proveeduría dentro del Parque Nacional.

-Fuera del Centro de Visitantes no todas las compañías tienen conexión celular.

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