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Fascinante recorrido por la historia a través de la Ruta del Adobe

Las construcciones que se suceden a lo largo de 50 kilómetros por la RN60 e la provincia de Catamarca son un singular atractivo para el turismo.

(Especial, Sonia Renison, texto y fotos).-Los 50 kilómetros de ruta catamarqueña que integran un sinfín de edificios de tres siglos construidos con adobe y puestos en valor, llevan al viajero a trasladarse a otra dimensión: la historia. El recorrido recibe el nombre de Ruta del Adobe.

En este recorrido entre edificios que son distinguidos como Monumento Histórico Nacional, en algunos casos brinda la posibilidad de comenzar la travesía en un spa y culminarla en una finca con viñedos y bodega.

Es el caso de “Casa Grande” -en Tinogasta, que fue el primer edificio restaurado y que representó el puntapie inicial para esta “Ruta del Adobe”- abarca unos 50 kilómetros por la Ruta Nacional 60, que unen esta localidad y Fiambalá, famosa por sus termas y donde los edificios históricos de adobe están junto a la Bodega Don Diego, uno de los emprendimientos pioneros en esta zona.

El recorrido es bien hacia el oeste de la provincia; en poco menos de dos horas se llega a Tinogasta, donde comienza esta ruta histórica que une cuatro siglos con edificios que se han reconstruido o que quedan aún en pie desde el 1700.

El sitio más “nuevo” es Casa Grande, hotel de adobe, donde los descendientes de Rodolfo Orellana –quien se estableció aquí en 1884, y fue el primer vicecónsul chileno en la Argentina–, reconstruyeron cada rinconcito, cada muro y cada habitación de esta vieja casona que hoy ofrece viandas gourmet, almuerzos y alojamiento en las mismísimas habitaciones donde descansaba aquel funcionario. Claro que fue aggiornado; además, la piscina y el spa, le imprimen un toque diferente a cualquier punto de esta “Ruta del Adobe”.

Una perla en este sitio es saber que Bárbaba Elizabeth Capurro es la cuarta generación aquí y junto a su marido, Rodolfo Arias Benza y su hijo Joel, recomiendan las cinco opciones de trekking para conocer cada rincón de Tinogasta. También, travesías en 4×4 o practicar sandboard en las dunas de Tatón.

El recorrido son 50 kilómetros donde se resume la historia de América hecha en adobe. Porque está “Anillaco”, que fue anterior a su homónimo riojano, donde las ruinas de los que fue el mayorazgo albergó en 1536 a Diego de Almagro, el adelantado español que llegó a la región.

Muy cerquita, se encuentra el oratorio de la familia Orquera, que data de 1747 y su descendiente directa, Rosita Orquera de Ávila en muchas ocasiones recibía al visitante en persona y mostraba las reliquias.

Mientras que en la entrada a la localidad de Fiambalá, famosa por sus aguas termales en la montaña, hay una parada imperdible. Junto a la Iglesia de San Pedro (MHN de 1770) el Mayorazgo y la comandancia de Armas, todo un conjunto edilicio de la “Ruta del Adobe”, está la finca y Bodega Don Diego. Salud!

Este tramo de Ruta Nacional 60 que une estas localidades de Tinogasta con Fiambala y cobija la Ruta del Adobe, conduce a Chile por el Paso de San Francisco, reserva la belleza más imponente que uno haya visto: “Los seismiles”, son la mayor concentración de picos que pasan esa altura. La ruta es un sinfín de curvas que se encajona entre macizos rojos, púrpura, ocres y verdes. Pero, esta…es otra historia.  

Mas info:

https://www.argentina.gob.ar/verano/catamarcaZona de los archivos adjuntos

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