Exquisito viaje a La Cumbre para descubrir su gastronomía
Desde un chiringuito de autor como «DiqueSí» hasta un restó que remonta a los sabores de la nonna como «Alló» y mucho más.
(Por Patricia Veltri).-La Cumbre puede representar un viaje a la gastronomía más exquisita y representativa de una región de Córdoba.
Inclusive si se trata de un chiringuito al paso y se ordena una hamburguesa. Es que tiene valores agregados y distintivos: las mesas del parador DiqueSí se ubican sobre un deck con vista a un espejo de agua bordeado por sierras cubiertas de un bosque. Quien lo atiende es su propio dueño, y todo lo que figura en la carta son platos de autor.
Así es que por ejemplo, las hamburguesas pueden ser de oveja criada por un productor local, de elaboración casera y también todos los ingredientes que completan un sándwich. Más aún, el chef es Santiago Blondel, premio Prix Barón B por el menú de 9 pasos en su restó Gapasai (ubicado en el centro de La Cumbre) elaborado con productos del bosque nativo; y Mejor Chef cordobés, según Tripadvisor.
La carta de vinos para acompañar las minutas gourmet es selecta.
Además de las mesas al aire libre con vista al Dique San Jerónimo, hay un espacio cubierto dentro de un galpón de chapa reciclado en un estilo rústico chic.
Datos útiles: Se llega por la ruta 66 que une La Cumbre con Ascochinga, pasando por la Estancia El Rosario, en dirección al Dique San Jerónimo. Durante febrero, abrirá todos los días, desde las 12:30hs hasta la puesta de sol.
Las recetas de la nonna
Una propuesta para disfrutar de los sabores más nobles sin mirar el reloj, está en Alló Restó, un sitio donde alimentar el cuerpo y el alma.
Su chef y mentora se llama María Gabriela Ranzuglia, una amante de la cocina que tiene la habilidad de transferir su esencia a los platos.
La definición de la propuesta del lugar llega exhibida en el outfit de la camarera especialmente amable y mu capacitada: entre las palabras Alló y Restó, se ubica la bandera de Italia; por debajo del bolsillo «cocina con amor».
La ambientación del restaurante ubicado dentro del complejo de cabañas Villa Benitz, es una recreación entre almacén de campo y comedor de un casco de estancia serrana.
La carta, delicada y pensada, es un guiño a los afectos más preciados de la chef que aprendió a cocinar a los 9 años con su abuela. Notable la selección de vinos.
Para la entrada, puede ser una especialidad que consiste en una tabla de fiambres con el nombre sutil Enemigos Íntimos: en cada extremo se ubican los salames de Oncativo y de Colonia Caroya (un guiño de la autora, que juega con la rivalidad de origen de sendos embutidos que se adjudican ser el mejor de Córdoba).
Si se trata del principal, más que recomendadas las pastas que son exclusivas creaciones. Sugerencia: probar los ravioles Ancona (rellenos de zapallo braseado con aceite de oliva, tomillo, parmesano y almendras tostadas, con crema de salvia). Otra opción son sorrentinos de Luisa con bolognesa Felicia: un viaje directo a los sabores de las nonnas venidas de Italia.
A los postres, una cheesecake puede ser el broche de oro con un detalle que será difícil de repetir en otro sitio: está elaborada con mascarpone casero.
Datos útiles: Calle Benitz 302, La Cumbre.
Existen una cantidad de propuestas gastronómicas que completan un listado que hacen de la La Cumbre un destino donde la gastronomía juega un rol destacado. Para ver más opciones, click aquí http://www.lacumbre.gob.ar/es/categoria/2/gastronomia/