Escapada de finde XXL a Villa La Angostura
Una escapada de Semana Santa puede tener como destino Villa La Angostura, en la provincia de Neuquén. Entre las excursiones imperdibles son las que navegan el majestuoso Nahuel Huapi a bordo de catamaranes que parten del Puerto de la ciudad, desde sus las bahías La Mansa y La Brava. Un recorrido de una hora con la Cordillera de los Andes como marco termina en el extremo sur de la península de Quetrihué, donde se encuentra el bosque Los Arrayanes.
Se desciende en el muelle que da ingreso a un sendero peatonal para iniciar una visita guiada a través del bosque. Al finalizar el recorrido, los visitantes tienen la opción de conocer la casita de té, una pintoresca construcción del año 1933, que ofrece algo rico y caliente, además de la posibilidad de llevarse algún recuerdo del lugar.
El Bosque de Arrayanes es único en el mundo por la pureza y porte de sus ejemplares de hasta 400 años, con una altura de 25 metros y un diámetro de 1 metro, de corteza color canela y fría al tacto. Un espectáculo mágico es cuando están florecidos y sus orquídeas crecen en los pequeños troncos del suelo.
En el Centro Recreativo La Piedra se pueden realizar actividades de aventura por senderos dentro del bosque, sobre el faldeo del Cerro Bayo. Entre las excursiones guiadas, se hacen salidas de 15 km en cuatriciclos, recorriendo senderos en el bosque, pasando por arroyos. También canopy, con recorridos de 1.050 metros, pasando por 6 metros de cable de acero a 50 metros de altura. La Piedra ofrece diferentes juegos para chicos como puentes colgantes, casita del árbol, túnel, mini tirolesa, péndulo, laberinto, cama elástica y palestra.
El Cerro Inacayal, con su mirador y su cascada, es otro de los paseos que se pueden hacer cabalgando. Con un recorrido de un poco más de tres horas, los aventureros podrán recorrer entre senderos por encima de la montaña, hasta llegar al mirador, donde se compartirán mates y chocolate caliente. Dejarán sus caballos descansando en el mirador, para luego hacer 15 minutos de trekking hasta la cascada Inacayal.
El buen comer
Acaso debido a un público habitué particularmente exigente, la oferta gastronómica de La Angostura mantiene un nivel muy interesante. El catálogo de restaurantes y bares es de lo más amplio. Habría que hacer una parada en la parrilla Chop Chop (Siete Lagos 365) para probar el cordero asado.
Como opción liviana, para un mediodía entre caminatas, se puede ir por un sándwich de pollo y vegetales grillados en una mesa al aire libre, de Viejos Tiempos. Para la cena, lomo de trucha en salsa de piñones con puré de papas y albahaca, en alguno de los refugios locales que emergen sobre la Av. Arrayanes.
Para una experiencia más sofisticada y también anecdótica, si se quiere, allí está Tinto Bistro que se ha hecho conocido no sólo por su cocina, sino por tener entre sus socios propietarios a Martín Zorreguieta, hermano de Máxima, la Reina de Holanda y asidua visitante de la Villa. El cálido bistró tiene una clientela fiel por peso propio: una carta creativa (este año, con una especie de grandes éxitos de sus diez años de vida), un salón cálido y con impecable gusto. En homenaje al famoso volcán hay que probar el salteado del día, bautizado, con humor, Wok my ash.