Córdoba

Villa del Tototal: huellas de la historia en el norte cordobés

Villa del Totoral fue posta del Camino Real que conducía al Alto Perú y paso de los conquistadores que fundarían la ciudad de Córdoba. Encierra los vestigios más remotos de la historia cordobesa.

Se ubica al norte del territorio provincial y aún conserva el estilo colonial que le impregnaron las casonas de personajes ilustres de las letras, las artes y la política; apasionados, de vivir intensamente, de ideas revolucionarias y contestatarias en una nación incipiente. Allí pasaron largas estancias en esas residencias el poeta chileno Pablo Neruda, el español Rafael Alberti; el abogado tucumano Rodolfo Aráoz Alfaro, secretario general del Partido Comunista para América Latina. Octavio Pinto, destacado pintor nacido allí en 1890. También, Deodoro Roca, ideólogo de la Reforma Universitaria de 1918; Arturo M. Bas, que había nacido en 1875 y fue diputado por Córdoba de la Unión Cívica Radical; y Roberto J. Noble, fundador del Diario Clarín, entre otros.

Esas propiedades suman 25 y conforman el Circuito de las Casonas, construidas entre los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX.

Como todo pueblo del interior que se precie, tiene una plaza central enfrentada a la iglesia principal Nuestra Señora del Rosario y al lado, el museo Octavio Pinto. En esa vereda, hay tres esculturas simbólicas. Aunque no fueron contemporáneos, como si fueran tres vecinos conversando y compartiendo mates en un banco, están las figuras de Octavio Pinto, Alberti y Neruda.

Algunas casonas

El poeta andaluz Rafael Alberti, perseguido en España por el franquismo, se refugió en esas apacibles tierras entre 1939 y 1942, junto a su esposa María Teresa León. En ese tiempo, Alberti escribió parte de su obra. Un día, un vecino, regocijado por la presencia del poeta, le preguntó si le agradaría que en el pueblo levantasen un monumento en su memoria, y el poeta contestó: “Si quieren recordarme bueno sería que planten un árbol en mi memoria”. Ese árbol que recuerda a Rafael Alberti está plantado en la Plaza San Martín de Totoral.

El chileno Nobel de Literatura, Pablo Neruda, también residió una temporada en la Villa, y fue aquí donde se inspiró para escribir varias de sus odas, como “Oda del albañil tranquilo” y “Oda a las tormentas de Córdoba”.

La casona de Deodoro Roca, señorial, íntegramente blanca, cierra el paso a lo que era la calle La Paz. Era un elegante edificio rodeado de jardines. Fue uno de los principales ideólogos de la Reforma Universitaria de 1918 y autor del Manifiesto Liminar que abrió paso a la democratización de la educación superior en América Latina.

Rodolfo Aráoz Alfaro heredó la estancia de su padre Gregorio, en cuyo casco se levantaba la casa construida en 1845. La llamaban El Kremlin por la reuniones políticas y personajes que pasaban por allí en tiempos en los que era apoderado del Partido Comunista. Por esta casona pasaron hombres importantes de la ciencia y la política. Uno de los visitantes ilustres fue Pablo Neruda, quien pasó varias temporadas.

Los veranos en Villa del Totoral son intensos, de un calor agobiante que ofrece un oasis en los balnearios formados por el río homónimo.

Dan lugar a los Circuitos Verdes con galerías que forman los árboles, cursos de las aguas cristalinas, piletones naturales y pequeñas cascadas.

Es común en esa geografía, entre la vegetación, sorprenderse con morteros que usaban los comechingones que habitaron esa región.

Los espacios verdes permiten realizar caminatas por senderos, paseos en bici, cabalgatas y excursiones guiadas. Una opción es escalar el cerro Totoral, un paseo de fácil acceso para apreciar de cerca una enorme cruz forjada en hierro de siete metros de altura.

Datos útiles

Cómo llegar: Desde la ciudad de Córdoba, Villa del Totoral queda a 80 kilómetros por la RN9. Hay hospedajes y pequeños hoteles. La gastronomía destaca por los sabores criollos y comidas caseras que ofrecen comedores y almacenes de campo.

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