La Reserva Provincial del Iberá cumple 35 años preservando uno de los mayores humedales
(Texto: Patricia Veltri. Fotos: Guillermo Galliano).-
La Reserva Provincial del Iberá cumple 35 años desde su creación, el 15 de abril de 1983. Preserva el humedal más importante de la Argentina, el segundo de Sudamérica y uno de los mayores reservorios de agua dulce del mundo. Además, protege 350 especies de aves y una enorme diversidad de fauna y flora. El conjunto, encierra a un amigable reino anfibio.
Para descubrir los Esteros del Iberá recorrimos un camino de tierra colorada de 117 kilómetros, desde Mercedes hasta Colonia Carlos Pellegrini, puerta de entrada a los esteros, en la provincia de Corrientes.
Ese trayecto demandó unas 3 horas. El suelo de serrucho obliga a una velocidad reducida. Pero no fue el único motivo del tiempo que demandó. Es que ya se está en territorio de la Reserva Esteros del Iberá y sus habitantes naturales se cruzan como Pancho por su casa: mulitas, zorros, yacarés, lobitos de río, ciervos y castores por decenas. Hasta hubo que esperar a una familia de cinco castorcitos porque a la madre preñada se le dio por rascarse el lomo sentada en medio de la ruta.
El ingreso a Colonia Carlos Pellegrini se hace por un puente de madera y hierro que atraviesa la laguna Iberá. Lo llaman el “timbre del pueblo” por el sonido metálico que emiten los vehículos entrando.
La tierra tierra colorada y a ambos lados hay vegetación exuberante aún en invierno. Asombra la variedad y colores de los pájaros a simple vista.
La Reserva Natural Esteros del Iberá abarca 1.300.000 hectáreas. Preserva el humedal de agua dulce más importante del país. Dentro de la Reserva se encuentra el Parque Provincial, que ocupa 500.000 hectáreas y es custodiado celosamente por los guardaparques.
Cómo recorrerlo
Una de las formas de recorrer la reserva es a través de los tres senderos que se ubican en las cercanías del Centro de Interpretación de la Seccional Guardaparques de Carlos Pellegrini. Son de distinta duración y permiten estar en contacto con una muestra de la biodiversidad exuberante de la zona. El más simple demanda una media hora a pie entre árboles habitados por monos carayá y helechos, en un entorno selvático. Lo ideal es hacerlo con guía, de modo de aprender acerca de las especies que conviven allí. También, para descubrir a los animales que se mimetizan entre la vegetación y no son visibles por alguien que no está acostumbrado.
Otra forma de adentrarse en ese desbordante paisaje de agua, plantas y animales es en lancha. Así, es posible acercarse a la orilla de los islotes y quedar a metros de especies enormes de yacarés que parecen acostumbrados al fisgoneo humano. También, a los ciervos de los pantanos, una cantidad de castores de gran tamaño y muchas de las 400 variedades de aves que habitan los esteros.
Una simple caminata por el pueblo es la posibilidad de estar en contacto con pájaros de todos los colores. El pueblo es pequeño, con calles de tierra arcillosa, y amigable. Tanto, que los cumpleaños son para todos. La costumbre manda que hasta la medianoche, el festejo es compartido por la familia y luego entra todo el mundo, incluídos turistas. El único requisito es animarse al chamamé hasta el amanecer.
El atardecer es un regalo de la naturaleza que justifica estar allí: la laguna comienza a devorarse el sol anaranjado y proyecta una luz azul, mientras los biguá vuelan al ras del agua en busca del último alimento del día.
RECUADRO
Datos útiles
La mejor época para visitar Esteros del Iberá es la primavera, por la temperatura moderada.
Es fundamental llevar repelente para mosquitos y zapatillas con suela ancha o borceguíes y resultan útiles los largavista.
La oferta hotelera es variada, va desde hosterías hasta hoteles con spa. Ofrecen tarifas que contemplan el alojamiento, comidas y excursiones.
Cámara de Turismo de la Reserva: www.camaraturismoibera.com
Dirección de Turismo de Pellegrini: www.ibera.gov.ar