Córdoba

La cordobesa Villa Carlos Paz cumple 104 años de esplendor

Villa Carlos Paz cumple 104 años. Es la ciudad del valle de Punilla, a 35 kilómetros de la capital cordobesa, bañada por el lago San Roque y a los pies de las Altas Cumbres, que muchos consideran la nave insignia de las localidades turísticas de la provincia de Córdoba.

Se ubica en lo que originalmente fue territorio de comechingones y otras etnias aborígenes. En 1869, don Rudecindo Paz compró la estancia Santa Leocadia e inició la construcción del dique San Roque. En 1904, su hijo Carlos Nicandro Paz quedó como único propietario de las tierras y con él se inició la expansión. En 1913 encomendó el trazado de la villa al ingeniero Vázquez González.

El embalse producido había inundado una extensión del valle que implicó en ese momento que se formara el lago más grande del mundo. Ese espejo de agua, que en días diáfanos se ve turquesa, terminaría marcando el destino de Villa Carlos Paz.

A fines del siglo XIX, las pujantes condiciones demográficas y el desarrollo de la producción agrícola-ganadera de la ciudad de Córdoba y su zona de influencia, exigieron la construcción de un sistema de provisión y distribución de agua potable, que contemplara las necesidades locales. Esto motivó que el por entonces gobernador de la provincia, Miguel Juárez Celman, encomendara a los ingenieros Carlos Cassaffousth y Eugenio Dumesnil, un estudio sobre las posibilidades hidrográficas de la zona, especialmente referidas al río Suquía, del que eran tributarios los ríos Cosquín y San Roque.

Al cabo del estudio, se hizo la obra en el que trabajaron 3.200 obreros durante tres años y que dio origen al dique San Roque. Fue inaugurado el 12 de abril de 1890 por el gobernador Miguel Juárez Celman.

El 16 de julio de 1964 fue declarada ciudad y a partir de 1970 comenzó su esplendor como ciudad turística.  Además del cumpleaños de Villa Carlos Paz, también es el día de la fiesta patronal en advocación de la Virgen del Carmen.

El primer emprendimiento urbanístico -que incluía diez magníficas residencias- que tuvo fue Villa del Lago, por iniciativa de Enrique Zárate en 1921.

Hacia 1930 se fue produciendo la subdivisión de campos por parte de los herederos y comenzó de esta forma el loteo que terminaría por darle la impronta de villa turística.

En la actualidad es la elegida por contingentes de estudiantes de todo el país que cierran su ciclo escolar.

También cada verano es sinónimo de vacaciones para miles de turistas que la consideran ideal para complementar sol y playa de ríos; diversión dada por las principales obras de teatro que se trasladan desde Buenos Aires, más casino, restaurantes y boliches, y actividades al aire libre en equilibrio con el entorno serrano.