Argentina

En Las Grutas experimentan un malbec en una cava submarina

Se trata de una experiencia de añejamiento en el fondo del Golfo San Matías.

Las Grutas -además de tener la playa más linda de Argentina, según un ranking elaborado por la empresa de turismo canadiense FlightNetwork que la incluyó en una votación entre 50 sudamericanas- ahora tiene una cava de vinos submarina.

Siguiendo los antecedentes que existen en España y Croacia, la bodega Tapiz hizo una alianza con la empresa de buceo Cota Cero y se lanzaron al experimento de sumergir 300 botellas de malbec para su añejamiento.

Dicen que de los hallazgos de vinos en barcos hundidos resultó que lejos de echados a perder, se conservaban su sabor inclusive mejorados.

Para comprobarlo, 300 botellas ya descansan en suelo submarino de Las Grutas, en la provincia de Río Negro.

Y el 24 de marzo será el día de la revelación. Es que en el marco de la Fiesta Nacional del Golfo, se descorcharán las primeras botellas del Malbec que desde el último septiembre se están añejando en el fondo del mar del Golfo San Matías.

Fabián Valenzuela es enólogo de las bodegas Tapiz y explica que “en el fondo del mar el añejamiento se acelera. Dicen que tres años de estacionamiento en tierra equivalen a uno en el océano. Los que smergimos son cosecha 2018. Por eso, si esos vinos hubieran estado en una bodega en tierra, recién a fines de este año o en 2021 estarían listos para beber. En cambio, en este caso tendremos el placer de descorcharlos tras seis meses de espera en nuestra bodega submarina”

Además, se consideran otros elementos como “la presión, la luminosidad del lecho marino y el movimiento permanente que condicionarían a que los vinos muestren su mayor potencial; que sus aromas sean más intensos, y su sabor más delicado”, detalló el enólogo.

Procedimiento hacia el fondo del mar

La bodega realizó una alianza con la empresa de buceo Cota Cero y juntos diseñaron la forma de llevarlas.

Claudio Barbieri de la agencia de buceo contó que “para transportarlas y que quedaran estacionadas en el fondo se construyeron canastos de acero inoxidable. Las botellas fueron diseñadas sin etiqueta papel, sino que están pirograbadas (grabadas en el vidrio) y sus corchos, naturales y de alcornoque, están lacrados y sellados con una silicona especial. Todo eso garantiza que no haya afectación al medio ambiente marino. Toda la iniciativa contó con el respaldo de un estudio de impacto ambiental”.

Como bonus, esos envases podrán considerarse una obra del arte del mar. Según explicó Barbieri “lo que permanece en el mar comienza a llenarse de vida, se coloniza: las algas, los microorganismos, todo lo que late en el fondo recreará la imagen de esas botellas. Así que cada una será única y diferente, llenas de encanto submarino, al llegar a tierra”.

Por el momento, se añejan 300 unidades. Todas de malbec, bajo la marca “Wapisa”, que significa ballena en lengua yamana, los aborígenes que habitaban Tierra del Fuego. El logo es una cola de ballena emergiendo del agua, como las de los cetáceos que, de julio a septiembre, suelen visitar el Golfo para reproducirse.

“Ahora, lo único que falta es contar los días para que se inicie el tan ansiado descorche”, admitó el enólogo con ansiedad. “Todos queremos probar y brindar con esos vinos”.

Fuente: Diario Río Negro

 

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