Argentina

De las palmeras del Parque Nacional de Colón a platos gourmet

Una manera de hacer turismo es a través de los sabores que son parte de la identidad, la cultura de un pueblo o una región. A ese concepto se integra la ciudad de Colón, en la provincia de Entre Ríos, con su Parque Nacional El Palmar, que abarca 8.500 hectáreas. Esa inmensa extensión de ejemplares de palmeras yatay, no sólo le da una imagen visual como ícono turístico sino que también la identifica con productos gastronómicos que se elaboran a partir de esa especie vegetal autóctona.

En Colón se ha desarrollado exitosamente productos a partir de la utilización del fruto de la palmera para combinar, sobre todo, sabores agridulces.

La palmera de yatay es característica de este paisaje argentino y el rescate de lo autóctono para utilizarlo en la creación culinaria lo hace más que especial. El fruto de yatay es muy dulce y fibroso, y con él se logran salsas para acompañar comidas, jaleas, miel, y licores.

Su maduración se da en otoño entre marzo y abril, solo una vez en el año. Se trata de un fruto con carozo de forma ovoide va del color amarillo al rojo, tiene sabor agridulce y es aromático. Pueden macerarse en alcohol para obtener un licor; otro uso posible es hervirlos con azúcar para hacer dulce, jaleas o mermelada. Es muy rico en vitamina C.

Además de estas posibilidades gastronómicas para humanos, el fruto del yatay atrae a numerosas aves. Era el alimento principal del guacamayo azul, un pájaro que en la actualidad se presume extinguido.

Quienes visiten la zona podrán degustarlo en una de sus mejores aplicaciones: la bondiola de cerdo a la salsa de Yatay.